Clara
Campoamor: la mujer que logró el voto femenino hace 89 años.
Con la profunda convicción de que era
ciudadana antes que mujer, Clara Campoamor consiguió hace 89
años que España aprobara el voto femenino: tantas décadas después,
el país sigue en deuda con el legado de esta abogada pionera que tanto luchó
por alcanzar la democracia y la igualdad plenas.
En las elecciones de 1931, que
siguieron a la proclamación de la Segunda República, las mujeres pudieron
presentarse aunque no votar. Campoamor resultó elegida por el Partido Radical junto con
Victoria Kent, que se presentó por el Partido Radical Socialista.
El 1 de octubre de 1931, la diputada Campoamor
defendía en el Parlamento el sufragio universal en un discurso que presentaba a
las mujeres como ciudadanas de pleno derecho, al igual que los hombres, como
sujetos que debían incorporarse a las leyes: “no cometáis el error histórico de
dejar al margen a la mujer, no podéis construir una democracia sólo con la
mitad de la ciudadanía".
A pesar de que el sufragio femenino fue finalmente aprobado, Clara Campoamor no ocultaba su decepción por lo que sentía como una traición de los suyos, el Partido Radical al que se había unido por sus ideales republicanos. Con la excepción de cuatro compañeros, su propio grupo le había negado el apoyo por miedo a que las mujeres españolas, según ellos muy influenciadas por la Iglesia, votaran mayoritariamente a los partidos conservadores -parte de los cuales, por ese mismo motivo, votaron a favor, en la creencia de que las mujeres serían fácilmente influenciables y que por tanto no tenían capacidad suficiente para emitir su voto con autonomía.
Campoamor no luchó solo por el voto de las mujeres sino también por el divorcio y la igualdad de los hijos e hijas nacidos fuera del matrimonio, además de la abolición de la prostitución.
Nacida en Madrid el 12 de febrero de 1888, Clara
Campoamor tuvo que abrirse paso desde muy pequeña en una sociedad especialmente
dura para las mujeres: la muerte de su padre la obligó a
empezar a trabajar cuando apenas tenía diez años. Puede que fuera esta
desgracia, no obstante, la que la forzara a buscarse la vida y conseguir un
empleo público como profesora de mecanografía con solo 26 años.
Fue precisamente en esta época cuando Clara
empezó a frecuentar los ambientes intelectuales madrileños y entró
en contacto con activistas feministas. También empezó a
escribir para el diario conservador La Tribuna. Todo
ello despertó en ella el interés por la política y en particular por la
situación de la mujer. Empezó a colaborar en diversas
asociaciones feministas, dando conferencias y escribiendo para la prensa.
Su logro más renombrado, el derecho al voto de
la mujer, no fue reconocido ni por su partido ni en las urnas (en 1933 no
resultó reelegida como diputada). Después llegó la tristeza del exilio y el
olvido.
Personalidades de la política y del periodismo
destacan y reconocen su figura reconociendo a Campoamor como la promotora y
defensora del sufragio universal, "elemento fundamental de la
democracia" de España. "Hizo que, por primera vez, España fuera una
democracia plena y la situó, en su momento, entre las más avanzadas del mundo.
Contribuyó a mejorar nuestra sociedad, a hacerla más digna y más justa".
Información obtenida de:
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/clara-campoamor-vida-lucha-por-derechos-mujer_15092
Películas recomendadas:
"Clara Campoamor: la mujer olvidada", dirigida por Laura Mañá
"Sufragistas" dirigida por Sara Gavron